A modo de ejemplo comparto con ustedes un par:
EL VENDEDOR DE LANZAS Y ESCUDOS
EN el Reino de Chu vivía un hombre que vendía lanzas y escudos.
— Mis escudos son tan sólidos — se jactaba —, que nada puede traspasarlos. Mis lanzas son tan agudas que nada hay que no puedan penetrar.
— ¿Qué pasa si una de sus lanzas choca con de sus escudos? — preguntó alguien. El hombre no replicó.
Han Fei Zi
ESO NO ES DE MI INCUMBENCIA
HABIA una vez un practicante que se decía especialista en medicina externa. Un guerrero herido necesitó de sus cuidados. Se trataba de extraer una flecha que se había incrustado en sus carnes.
El cirujano tomó un par de tijeras, cortó la pluma a ras de la piel y luego reclamó sus honorarios.
— Aún tengo la punta de la flecha incrustada en mi carne, hay que sacarla — le dijo el guerrero.
— Eso ya es del dominio de la medicina interna — contestó el doctor —. ¿Cómo podría yo tomar la responsabilidad de ese tratamiento?
Relatos de Xue Tao
3 comentarios:
¡JAJAJAJA! xD Muy buenos.
Una cosa son los chinos en la tecnología, otra muuuy (muuuy) diferente en la literatura!!
Estos chinos saben demasiado.
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