Gorgias de Leontinos, al final de su vida, ya muy anciano, estaba postrado por la debilidad. Acostado, se estaba dejando poseer dulcemente por el sueño. Un íntimo amigo se le acercó y le preguntó cómo se encontraba. Gorgias le contestó: «El sueño está comenzando a entregarme a su hermana»
Claudio Eliano, Historias Curiosas, Libro II, 35.
1 comentario:
entregá a tu hermana!
jaja, no, en serio. muy bueno. qué tan diferente debe ser la muerte a el sueño..
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