Puede ser que el árbol sea cada vez más chico y también que las fiestas importen menos, pero el pesebre es especial. Allá lejos, cuando era chico y el turbante me bailaba en la cabeza fue cuando construí con tres maderas, un serrucho, un martillo y como 50 clavos (me gustaba martillar en esa época) la "estructura" del pesebre. A eso le agregamos las imágenes convencionales: algún animal, pastores, Jose, María, el pibe y los reyes.
Ese pesebre permaneció casi entero hasta ahora. Digo casi entero porque con los años se extraviaron dos reyes: Baltasar y Melchor (o Gaspar, no se). Claro, los reyes perdidos fueron reemplazados por personal extra. El primero en entrar fue Robocop, ocupando el lugar del primer rey perdido. Después, un par de años más adelante, perdimos a otro rey y a Murphy, por lo que en reemplazo usamos a dos personajes que curiosamente el destino puso ante nuestros pies unos días antes, en la calle. Eran un robot que no identifico y el ídolo de multitudes: la Brujita Veron.
Este año encontramos al Robocop perdido, pero nos dio pena jubilar a uno de los otros, y el pesebre terminó con cuatro reyes magos.
Las fiestas no son las fiestas sin este pesebre (y el pan dulce).
3 comentarios:
Amo tu pesebre porque no es racista como el mío u.u
Ahora que lo pienso, voy a armar mi propia historia del nacimiento de Jesús y hacer el pesebre con los personajes correctos.
Jajajaja en casa ya no tenemos ni pesebre ni árbol. Los odio (?
Quiero dejar mi cartita de Reyes ahí.
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