lunes, 31 de mayo de 2010

El imán

     Hablábamos de libre albedrío; Oscar Wilde improvisó esta parábola:
     Había una vez un imán y en el vecindario vivían unas limaduras de acero. Un día, a dos limaduras se les ocurrió bruscamente visitar al imán y empezaron a hablar de lo agradable que sería esta visita. Otras limaduras cercanas sorprendieron la conversación y las embargo el mismo deseo. Se agregaron otras y al fin todas las limaduras empezaron a discutir el asunto y gradualmente el vago deseo se transformó en impulso. ¿Por qué no ir hoy?, dijeron algunas, pero otras opinaron que sería mejor esperar hasta el día siguiente. Mientras tanto, sin advertirlo, habían ido acercándose al imán, que estaba muy tranquilo, como si no se diera cuenta de nada. Así prosiguieron discutiendo, siempre acercándose al imán, y cuanto más hablaban, más fuerte era el impulso, hasta que las más impacientes
 declararon que irían ese mismo día, hicieran lo que hicieran las otras. Se oyó decir a algunas que su deber era visitar al imán y  que hacía ya tiempo que le debían esa visita. Mientras hablaban, seguían inconscientemente acercándose.   
    Al fin, prevalecieron las impacientes, y, en un impulso irresistible, la comunidad entera gritó:
     -Inútil esperar. Iremos hoy. Iremos ahora. Iremos en el acto.
     La masa unánime se precipitó y quedó pegada al imán por todos lados. El imán sonrió, porque las limaduras de acero estaban convencidas de que su visita era voluntaria.


Hesketh Pearson, The life of Oscar Wilde (1946), capítulo XIII.

viernes, 28 de mayo de 2010

Hay un niño que es malo malo malo

Ayer se estrenó Sex and the city 2 (aunque no en Argentina). Acá encontré la contraofensiva al bodrio:


-¿Y tú quien eres?. - Sarah Jessica Parker

    Pero no es a lo único que se parece:

  
       Sí, otro post para olvidar. Como la pelicula.

martes, 25 de mayo de 2010

Mami, mami, Mauricio no me presta el autito


Mentira mami, nunca me pidió nada

 Me acuerdo cuando me portaba así: ¡En el jardin de infantes!

lunes, 24 de mayo de 2010

No hay dos sin tres

      Hace unas semanas se publicó una foto que dió que hablar:

 "Y qué vas a hacer, el Inter nos ganó bien"

      Pero, ¿nadie dice nada de esta foto?:

Una imagen dice más que mil palabras (Andrea Bocelli)
  
      A todo esto, ¿Qué opina Roman?


      Si me pusiera a etiquetar los posts este tendría las siguientes: ''chiste a destiempo", "humor pedorro" y "not really a post".

martes, 18 de mayo de 2010

Persecución


Don Camilo se había dejado llevar un poco por su celo durante un sermón sobre un tema local en el que no faltó algún pinchacito más bien fuerte para “ciertas personas”, y sucedió que, la noche siguiente, cuando tiró de las cuerdas de las campanas porque al campanero lo habían llamado quién sabe dónde, se produjo el infierno. Un alma condenada había atado petardos al badajo de las campanas. No hubo daño alguno, pero se produjo una batahola de explosiones como para matar de un síncope.

Don Camilo no había abierto la boca. Había celebrado la función de la tarde en perfecta calma, con la iglesia repleta. No faltaba ninguno de aquellos. Peppone en primera fila, y todos mostraban caras tan compungidas como para poner frenético a un santo. Pero don Camilo era un aguantador formidable y la gente se había retirado desilusionada.

Cerrada la puerta grande, don Camilo se había echado encima la capa, y antes de salir, había ido a hacer, una corta reverencia ante el altar.

–¡Don Camilo! – le dijo el Cristo –. ¡Deja eso!

–No entiendo – había protestado don Camilo.

–¡Deja eso!

Don Camilo había sacado de debajo la capa un garrote y lo había depositado ante el altar.

–Una cosa muy fea, don Camilo.

–Jesús, no es de roble: es de álamo, madera liviana, flexible... –se había justificado don Camilo.

–Vete a la cama, don Camilo, y no pienses más en Peppone.

Don Camilo había abierto los brazos e ido a la cama con fiebre. Así, la noche siguiente, cuando se le presentó la mujer de Peppone, dio un salto como si le hubiese estallado un petardo bajo los pies.

–Don Camilo – empezó la mujer, que estaba muy agitada.

Pero él la interrumpió

–¡Márchate de aquí, raza sacrílega!

–Don Camilo, olvide estas estupideces... En Castellino está aquel maldito que intentó matar a Peppone. .. Lo han soltado.

Don Camilo había encendido el cigarro.

–Compañera, ¿a mí vienes a contármelo? No la hice yo la amnistía. Por lo demás, ¿qué te importa? La mujer se puso a gritar.

–Me importa porque han venido a decírselo a Peppone y Peppone ha salido para Castellino como un endemoniado, llevándose la metralleta.

–¡Ajá! ¿Así que tenemos armas escondidas, verdad?

–Don Camilo, ¡deje tranquila la política! ¿No comprende que él lo mata? ¡Si usted no me ayuda, él se pierde!

Don Camilo rió pérfidamente:

–Así aprenderá a no atar petardos al badajo de las campanas. ¡En presidio quisiera verlo morir! ¡Fuera de aquí!

Tres minutos después, don Camilo, con la sotana atada en torno del cuello, partía como un obseso hacia Castellino en la "Wolsit" de carrera del hijo del sacristán. Alumbraba una espléndida luna y a cuatro kilómetros de Castellino vio don Camilo a un hombre sentado en el parapeto del puentecito del Foso Grande. Allí moderó la marcha, pues hay que ser prudentes cuando se viaja de noche. Se detuvo a diez metros del puente, teniendo al alcance de la mano un cachivache que se había hallado en el bolsillo.

–Joven, –preguntó – ¿ha visto pasar a un hombre grande en bicicleta, derecho hacia Castellino?

–No, don Camilo – contestó tranquilamente el otro.

Don Camilo se acercó.

–¿Has estado ya en Castellino? – inquirió.

–No; he pensado que no valía la pena. ¿Ha sido la estúpida de mi mujer la que lo ha hecho incomodarse?

–¿Incomodarme? Figúrate... Un paseíto.

–Pero ¡qué pinta ofrece un cura en bicicleta de carrera! – dijo Peppone soltando una carcajada.

Don Camilo se le sentó al lado.

–Hijo mío, es preciso estar preparado para ver cosas de todos los colores en este mundo.



Una horita después don Camilo estaba de regreso e iba a hacerle su acostumbrada relación al Cristo.

–Todo ha andado como me lo habíais sugerido.

–Bravo, don Camilo. Pero, dime, ¿te había sugerido también agarrarlo por los pies y arrojarlo a la zanja?

Don Camilo abrió los brazos.

–Verdaderamente no recuerdo bien. El hecho es que a él no le hacía gracia ver un cura en bicicleta de carrera y entonces procedí de manera que no me viese más

–Entiendo. ¿Ha vuelto ya?

–Estará por llegar. Viéndolo caer en la zanja pensé que saliendo un poco mojado le estorbaría la bicicleta y entonces pensé regresar solo trayendo a las dos.

–Has tenido un pensamiento muy gentil, don Camilo. – aprobó el Cristo gravemente.

Peppone asomó hacia el alba en la puerta de la rectoral. Estaba empapado y don Camilo le preguntó si llovía.

–Niebla. – contestó Peppone entre dientes – ¿Puedo tomar mi bicicleta?

– Figúrate: ahí la tienes. Peppone miró la bicicleta.

–¿No ha visto por casualidad si atada al caño había una metralleta?

Don Camilo abrió los brazos sonriendo.

–¿Una metralleta? ¿Qué es eso?

–Yo – dijo Peppone desde la puerta – he cometido un solo error en mi vida: el de atarle petardos a los badajos de las campanas. Debía haberle atado media tonelada de dinamita.

–Errare humanum est – observó don Camilo.

De Don Camilo - Un mundo pequeño de Giovanni Guareschi

domingo, 16 de mayo de 2010

El mundo sigue girando y vos...

 ... seguís con la misma expresión...




Addenda: Actors Hall Of Fame

      Araceli Gonzalez. 

      Su actuación como mudita la posiciona como una de las más talentosas modelos de ropa interior.

      Mariano Martinez.
       Su actuación como ciego dejó mudo a más de uno. ¡Esta es para vos Darin!

      Osvaldo Laport.
       Simplemente versatil. Hizo, entre otros papeles, de indio, maestro, ciego y guardaespaldas; aunque no se sabe cuando.

       Sebastián Estevanez.
       A pesar de haber visto a la cara a Medusa sus capacidades actorales no sufrieron medra. Mención especial a su caracterización de ser humano.

 

martes, 11 de mayo de 2010

Damn you "puvlisistas"

Post breve. Dos publicidades:
1º) Acerca del nivel acádemico de los publicistas:

2º) ¿Alguien recuerda este diálogo?:

       [L.T.Smash]—En nuestra campaña utilizamos mensajes subliminales, liminales y superliminales.
       [Lisa]—¿Superliminales?
       [L.T.Smash] (gritando por la ventana)—¡Eh tú! ¡Alístate en la marina!
       [Lenny]—Bueno....


 Bueno, acá hay otro ejemplo:

Gentileza de Taringa. Los dos. Palabra.

sábado, 8 de mayo de 2010

De antifaz, traje a rayas y con una bolsa con el signo $

      A principios de año (más o menos) empece a ver en las librerias este libro:

(Desconfía de la calidad de un libro con faltas de ortografía en la contratapa)

     House es un personaje interesante, y no suena descabellado que alguien se ponga a analizar su forma de ser, su filosofía.
      Pero hace una o dos semanas apareció este otro:

Ahora voy a poder ser el groso que siempre quise ser...
     
       "Dr. House - Guía para la vida" de Toni de la Torre...
       ¿Otro libro más sobre lo mismo? Lo más indignante es que es una "guía para la vida", una guía para ser como House. ¿Quién en su sano juicio querria tener la existencia miserable que tiene House? Bueno, miren los comentarios de acá. A mi me encanta la serie, él es un gran personaje, pero de ahí a querer se como él...
     Pero, ¿quién escribiría un libro así? Claro, alguien que encaje con la descripción del titulo del post. Sino, mira la lista de sus libros: "Ganá minitas como los de Friends", "Yo sé la posta de lo que pasa en Lost", y anda a saber los que se vienen.
      Quedandome sin ideas de como terminar este posteo, me gustaría sintetizar la esencia de lo que quería decir:

¡Ladriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! 
     

martes, 4 de mayo de 2010

Made in Argentina

      En el post anterior presente una pelicula que en esencia era una pedorrada creativa. En esta ocasión, les voy a mostrar otra pedorrada, pero no tan creativa:

Dos imágenes, misma expresión.

      Por ahí como en la pelicula anterior  ya no importa el argumento, sino la extravagancia de los personajes. Yo quiero creer que le pusieron el parche a Ana Maria Picchio para que la gente no se la confunda con Soledad Silveyra:

Bueno, esta vez Google Images no estuvo de mi lado...
   
      Yapa: Tres minutos después de las primeras imágenes...

Mismo gesto que en las otras imágenes. Por ahí le emparcharon el ojo incorrecto

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