martes, 28 de febrero de 2012

Futilisima

    Bienvenidos a otro capítulo de Futilisima Satelital. Como no tenemos mucho tiempo vamos directo al trabajito que haremos hoy.
     Primero tenemos que conseguir un futbolista, preferentemente en buen estado. Cuando lo compren fíjense bien que no este magullado o medio abierto. Aquí está el que me alcanzó Marita.


     A continuación, procedemos a limpiarlo y desinfectarlo, porque uno nunca sabe por donde anduvo. Una vez limpio procedemos a reducir su cara empujando el rostro hacia el centro.


     El procedimiento se debe hacer con sumo cuidado, debido a la fragilidad de la materia prima. Cuando aproximadamente queda así:


     Hacemos unos retoques finales y corregimos los pequeños errores que podrían haber quedado y obtenemos el trabajo terminado:


     Y así con un futbolista en la plenitud de su carrera armamos un humorista en decadencia.

lunes, 27 de febrero de 2012

Robowisdom


jueves, 23 de febrero de 2012

Puzzled Popo


     Lo que faltaba: una película asiática en Europa Europa. ¿Qué sigue? ¿Videos de You Tube en los noticieros? ¿No más música en MTV? ¿Dario Lopilato en algún programa de televisión?

martes, 21 de febrero de 2012

Worst Spoiler Ever

    Aunque no es un gran spoiler, porque ya al principio te enteras de que es lo que más o menos va a pasar, sí es erróneo. ¿Adivinen a quienes no linchan nunca en todo el libro?

     Ahora, el spoiler que viene en la tapa del último libro de Rolón (no lo leí, me lo contó mi hermano indignado) es correcto.

sábado, 18 de febrero de 2012

Recursividad

"De tanto hablar a través de voces ajenas ya casi no puedo reconocer la propia"

Frase dicha por el doctor Nemo Outis en su lecho de muerte.
Meses después se descubriría en su diario personal que él se la
había escuchado decir a un paciente moribundo.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Chase, Un Tipo Como Tantos

     Es tal nuestro anhelo de salvar a la conciencia, de dar finalidad personal y humana al Universo y a la existencia, que hasta en un supremo, dolorosísimo y desgarrador sacrificio llegaríamos a oír que se nos dijese que si nuestra conciencia se desvanece es para ir a enriquecer la Conciencia infinita y eterna, que nuestras almas sirven de alimento al Alma Universal. Enriquezco, si, a Dios, porque antes de yo existir no me pensaba como existente porque soy uno más, uno más aunque sea entre infinitos, que como habiendo vivido y sufrido y amado realmente, quedo en su seno. Es el furioso anhelo de dar finalidad al Universo, de hacerle consciente y personal, lo que nos ha llevado a creer en Dios, a querer que haya Dios, a crear a Dios, en una
palabra. ¡A crearle, sí! Lo que no debe escandalizar se diga ni al más piadoso teísta. Porque creer en Dios es en cierto modo crearlo; aunque Él nos cree antes. Es Él quien en nosotros se crea de continuo a sí mismo.
     Hemos creado a Dios para salvar al Universo de la nada, pues lo que no es conciencia y conciencia eterna, consciente de su eternidad y eternamente consciente, no es nada más que apariencia. Lo único de veras real es lo que siente, sufre, compadece, ama y anhela, es la conciencia; lo único sustancial es la conciencia. Y necesitamos a Dios para salvar la conciencia; no para pensar la existencia, sino para vivirla; no para saber por qué y cómo es, sino para sentir para qué es. El amor es un contrasentido si no hay Dios.

martes, 14 de febrero de 2012

Que la Bendición de Mara los Acompañe

Te amo...















...Skyrim



viernes, 10 de febrero de 2012

Senilidad, Capitulo XII (Fragmento)

     En la ribera, después de haber mirado el reloj, se de­tuvo. Allí el tiempo era mucho peor que en la ciudad. Al silbar del viento se unía, imponente, el clamor del mar, un aullido enorme compuesto de la unión de varias voces menores. La noche era espesa: del mar sólo se veía aquí y allá blanquear alguna ola que el caos había querido romper antes de llegar a tierra. En los barcos, en la ori­lla, estaban alerta y, en lo alto, en aquellos árboles que interpretaban la habitual danza cambiante en las cuatro direcciones, se veía alguna figura de marinero trabajar en la obscuridad y con peligro.
       A Emilio le pareció que aquel traqueteo cuadraba con su dolor. Le infundía aún mayor calma. El hábito literario le hizo pensar en la comparación entre aquel es­pectáculo y su vida. También allí, en el torbellino —en las olas, cada una de las cuales transmitía a otra el movi­miento obtenido por ella misma de la inercia, intento de elevarse que acababa en un desplazamiento horizon­tal—, veía la imposibilidad del destino. No había culpa, pero sí mucho daño.
       Junto a él, un robusto marinero, plantado sólida­mente sobre sus piernas cubiertas con grandes botas, gritó un nombre hacia el mar. Poco después, le respon­dió otro grito; entonces se lanzó hacia un poste cercano, desató un cable que estaba enrollado en torno a él, lo soltó y volvió atarlo. Lenta, casi imperceptiblemente, uno de los mayores quechemarines se alejó de la orilla y Emilio comprendió que había estado atado a una boya cercana para mantenerlo alejado de tierra.
       Entonces el robusto marinero adoptó una actitud muy diferente; se había apoyado en el poste, había en­cendido la pipa y en medio de aquella vorágine disfru­taba de su descanso.
     Emilio pensó que su desventura se debía a la inercia de su destino. Si, por una vez en su vida, hubiera tenido que desatar y volver a anudar a tiempo una cuerda, si le hubiesen confiado el destino de quechemarín, aun pe­queño, si le hubieran impuesto la obligación de sobre­pujar con su voz los clamores del viento y del mar, ha­bría sido menos débil y menos desdichado.

Italo Svevo.

lunes, 6 de febrero de 2012

Lo Cacharon En Cacheuta

(Capítulo de una novela próxima a desaparecer)

Aunque las regatas del Tigris son la base del jabón de tinta china, no es cierto que los anteojos tricolores sean de vez en cuando un casal de elefantes imperdibles o una rana con barba postiza. Cinco por ocho dispepsia, diz que dijo el gerundio con estribos y le retrucaron: "El que con niños se acuesta, almirante Zend Avesta". Pero... la victoria no da teléfonos y "América para los vegetarianos" será la norma de los verdaderos arzobispos de cemento armado. El ermitaño canyengue equivale a 10.000 presidentes sumergibles, si bien la calvicie con raya al medio es una especie de crisoberilo mañoso.

Todo esto dejaría de ser indudable y hasta cierto si el Faraón con escape libre no hubiera sido infiel a la galera dentífrica de sus escribas. Consta en aterciopelados logaritmos, que el Aconcagua intransferible dimitió su peludo ortofónico y alcanzó vagamente a la intención de aquel dolicocéfalo con remontoir y todo. Abusada de tantas pelucas inodoras la concierge de Aquiles concibió al desalmado y nuncio Matusalén en bicicleta. "¡Agárrate Catilina que vamos a Xul Solal!", exclamó la polaina hermafrodita, cumpliendo al mismo tiempo su aconsejado vómito de aluminio.

El escorbuto silencioso con apendicitis de caucho, pronunció la célebre frase de Raquel: "Mi reino por una vejiga natatoria". Recomendando anguilas estupefactas, resolvieron la discreción de sus antojos y escribieron en comparada colaboración la historia de una hacendosa y modosilla aspirina, titulándola: "Masticar es poblar!"

He aquí que el ombligo sin escafandra, antes de morir, dijo al fiel guardabarreda que lo asistía: -"¡El pejerrey ha muerto, viva el pejerrey!" Maguer su emoción, un calzoncillo errante que capitaneaba a los 33 marsupiales, declaró a Zorrino de San Martín: -"¡Cada patriarca en su tierra distribuye escarbadientes"; conducta que asombró al acuarium pisciforme en circunstancias un tanto indecisas. Por su parte una calumniada hidromedusa abrió inopinadamente su cartuchera de aspavientos, llamando la atención del caño maestro, quien susurró: "Morsa, traiga otro caño!"

Conspiraron los mormones contra el acueducto de oporto y un desvencijado marroco bilingüe lanzó una carcajada con policía montada desquiciando a una trucha angosta sin premio Babel de juegos manoflorales; no de otro modo el elefante escapulario con varios premios a la virtud endosó un cachalote al portador, que no era otro que el susodicho Mordini.

Por primera vez en el curso de esta prehistoria, Benjamina se negó rotundamente. 16 abriles después, conversando con un Soto y Calvo en forma de churrasco insectíviro, llegamos a la conclusión cuasi inconclusa de que yo había sido víctima del Ángel Firpo de la Sombra, alias Pablo de la Paz Roja.

Moraleja:

       "Hasta la hacienda pajuala
       Cae al zaguán con jaqueca."



 Enrique La Recta

 (por la copia: Ber- Bor-Guillj-Mar-Per-Vall)*


*Las sílabas de la firma serían de los apellidos: Bernárdez, Borges, Guillermo Juan, Marechal,Pereda Valdés y Vallejo. Parodia de Zogoibi, novela sobre un gaucho desdichado, escrita por Enrique Larreta. 

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