¿John quién? ¿Rambo?

     Extracto del argumento de First Blood (1982): John Rambo is a Vietnam veteren, a former Green Beret who escaped from a Communist prison camp in 1971 and still occassionally flashes back to days of torture within this camp. He drifts from town to town, a sleeping bag over his shoulder. In December 1981 Rambo makes a surprise visit to a house where, he was told, an old friend from the war, Delmore Barry, lives. But he learns that his friend died of cancer a year ago.
     Devastated, Rambo walks down the highway and eventually reaches Hope, WA, a small mountain town. As he arrives he is met by the town's Sheriff, Will Teasle. Will offers John a lift after making a pointed and disapproving comment about Rambo's Army jacket and overall appearence. When John asks about a place to eat, Will suggests a diner thirty miles away. Rambo then asks why Teasle is pushing him, which seems to surprise Will as he pointedly tells Rambo that drifters are unwelcome in the town. He drops John off, condescendingly tells him to get a haircut and bath, and drives away, but Rambo, offended by Teasle's treatment, defiantly walks back into the town. Will arrests John on a trumped-up charge of vagrancy, and John initially does not resist even though he has done nothing wrong.






      Junio 2010, Bariloche: Tres pibes en una esquina cualquiera de un barrio obrero. Varios policías deciden “identificarlos” (es decir, detenerlos por averiguación de antecedentes). Un pibe de 15 años, muerto con el cráneo atravesado por un proyectil 9 mm que ingresa por la sien.

     Vemos esa escena a diario, en Ingeniero Budge, en Rosario, en Ushuaia o en Villa Lugano. Ayer, la vimos en Bariloche, Provincia de Río Negro. También escuchamos la excusa infinidad de veces: “el arma se disparó”, como si tuviera vida propia. Como si no hiciera falta apretar el gatillo para que salga el tiro.

     Esta vez, el chico se llamaba Diego Bonefoi y vivía en Bariloche. La justa ira del barrio se tradujo en una cascoteada a la comisaría donde refugiaron al asesino. “La policía tiene que defenderse”, dijo su jefe político, el ministro de Gobierno Diego Larreguy, y justificó los catorce heridos y dos muertos (un joven de 29 y un adolescente) en la desigual batalla de Itakas y Brownings contra puteadas y piedrazos.

     En 2006, CORREPI publicó una serie de notas denunciando la situación de apartheid vigente en la ciudad de Bariloche, con los barrios del Alto, los barrios obreros, militarizados bajo una represión constante para evitar que sus habitantes afeen con su presencia la zona céntrica, destinada a los ricos turistas. Describimos lo que sucede a diario en los ocho pasos para acceder desde los barrios de Alto (El Frutillar, San Francisco, 34 Has., etc.) hacia el Bajo, con sus casas de té y finas hosterías. En cada paso hay permanentes operativos cerrojo, y tanto peatones como pasajeros de colectivos deben exhibir sus documentos y explicar por qué van hacia la "zona linda". Sólo si son convincentes y tienen pinta de “decentes” se los deja pasar.

     Insistimos muchas veces en la enorme cantidad de detenciones arbitrarias ("excusadas" con la averiguación de antecedentes o el código contravencional), de golpizas, de operativos de la policía y del grupo especial BORA en los barrios, con o sin orden judicial.

Fragmento tomado de Argenpress 

 Apéndice:

     Una masiva concentración en el Centro Cívico se desarrolló anoche en apoyo a la Policía rionegrina, y contra la decisión del Gobierno de retirar la Comisaría 28 del barrio Boris Furman. Consignas de acompañamiento a la fuerza policial, y contra las organizaciones de derechos humanos que se movilizaron “para apoyar a los delincuentes”, se escucharon en la concentración. Pasadas las 20,30 horas los participantes en la convocatoria comenzaron a marchar por la calle Mitre con dos carteles al frente que indican “Apoyemos a la Policía”, y “Queremos seguridad”. El cántico principal de la movilización -caracterizada por vecinos de clase media, comerciantes y empresarios- fue "Policías sí, chorros no", y también hubo críticas para el Juez Martín Lozada, acusado de "defender delincuentes".

     De la convocatoria participaron los concejales de la Concertación Claudio Otano y Laura Alves, y de SUR, Hugo Cejas. Bajo la lluvia, la caravana -de unas cuatro cuadras- regresó al Centro Cívico por la calle Moreno.

     Ya a través de tres páginas de facebook, miles de barilochenses organizaban una movilización para el próximo miércoles a las 20 horas, un día después de la convocada marcha contra la represión policial.

     “No al cierre de la Comisaría 28”, “No a los delincuentes que destruyen nuestro Bariloche” y “Apoyemos a la Policía de Bariloche”, son los tres sitios de facebook que reúnen consignas y mensajes a favor de la fuerza de seguridad.

     “Gente, apoyemos a los que nos cuidan y así de esta manera los cuidamos a ellos. Desde que aparecieron los negro de alma se acabó el gatillo fácil”; “La ciudad está dominada por estos delincuentes. No podemos salir porque sino te tiran piedras, te asaltan, te matan. Desde el viernes a la noche que están a los tiros. Para colmo, el padre del delincuente de 15 años amenazó con matar policías, por eso van a cambiar la Comisaria 28 de lugar, porque está frente a su casa”, son algunas de las frases que pueden leerse en los sitios.

     Inicialmente la convocatoria era para el miércoles, pero de manera veloz se acordó en los foros y a través de convocatorias por mensajes de texto de celular, llamar a una marcha que comenzó a las 20 horas.

    En tanto, mientras en la plaza se realiza la concentración, permanecen en la Sala de Prensa de la municipalidad, unos 70 integrantes de la Multisectorial contra la Represión Policial. Un momento de tensión se vivió cuando una de las manifestantes se subió a la ventana y golpeó el vidrio de la sala gritando a los miembros de las organizaciones de la Multisectorial que "salgan para ver dónde está el pueblo". (ANB)


¡Bariló Bariló, nos vamo a Bariló!