martes, 6 de septiembre de 2011

Confucio y el loco

Cuando Confucio estaba visitando el estado
       de Chu
apareció Kien Yu,
el loco de Chu,
y cantó a la puerta del Maestro:
       "Oh, Fénix, Fénix,
        ¿dónde ha ido a parar tu virtud?
        ¡No puede alcanzar el futuro
        ni traer de vuelta el pasado!
        Cuando el mundo tiene sentido,
        los sabios tienen trabajo.
        Sólo pueden esconderse
        cuando el mundo está patas arriba.
        Hoy en día, si consigues mantenerte
        con vida,
        afortunado eres:
        ¡Intenta sobrevivir!

        La alegría es ligera como una pluma,
        pero¿quién puede llevarla?
        El dolor cae como un corrimiento de
        tierras,
        ¿quién puede detenerlo?
        Nunca, nunca
        vuelvas a enseñar la virtud.
        Caminas en peligro.
        ¡Cuidado!¡Cuidado!
        Hasta los helechos pueden cortar tus
        pies.
        Cuando yo camino, loco,
        camino bien;
        pero ¿soy yo un hombre
        para imitar?"

El árbol en lo alto de la montaña es su propio
enemigo.
La grasa que alimenta la luz se devora a sí
misma.
El árbol de la canela es comestible: ¡así que
Se lo derriba!
El árbol de la laca es rentable: lo mutilan.
Todo hombre sabe lo útil que es ser útil.

Nadie parece saber
lo útil que es ser inútil.

De El Camino de Chuang Tzu de Thomas Merton

1 comentario:

Hugo dijo...

Tal vez la clave esté en buscar gente que nos quiera por lo que somos, y no solo que nos usen por lo que tenemos.

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