Equilibrio

I - Los Lamed Wufniks
     Hay en la tierra, y hubo siempre, treinta y seis hombres rectos cuya misión es justificar el mundo ante Dios. Son los Lamed Wufniks. No se conocen entre sí y son muy pobres. Si un hombre llega al conocimiento de que es un Lamed Wufnik muere inmediatamente y hay otro, acaso en otra región del planeta, que toma su lugar. Constituyen, sin sospecharlo, los secretos pilares del universo. Si no fuera por ellos, Dios aniquilaría al género humano. Son nuestros salvadores y no lo saben.
     Esta mística creencia de los judíos ha sido expuesta por Max Brod.
     La remota raíz puede buscarse en el capítulo dieciocho del Génesis, donde el Señor declara que no destruirá la ciudad de Sodoma, si en ella hubiere diez hombres justos.
     Los árabes tienen un personaje análogo, los Kutb.


II - Los Hijos de Puta
      Hay en la tierra, y hubo siempre, un grupo de gente al servicio de Satanás cuya misión es provocar la destrucción del mundo. Son los Hijos de Puta. Poseen grandes riquezas y no ignoran la identidad de sus compañeros. Son conscientes de la existencia de los Lamed Wufnik, aunque desconozcan sus identidades. Por esto viajan por el mundo conociendo gente. Ante cada una de estas personas fingen haberse encontrado con un Lamed Wufnik, y lo reverencian y alaban, tratando de convencerlo de que es un auténtico Lamed Wufnik. Con este básico accionar los Hijos de Puta creen que eventualmente se cruzaran con los verdaderos Lamed Wufnik y los eliminaran, uno a uno.
     Dicen las profecías que en el final de los tiempos los Hijos de Puta acabarán con casi toda la humanidad, hasta que en un punto solo quedará una persona, que será, al mismo tiempo, un Lamed Wufnik y un Hijo de Puta, lo que provocará el colapso del universo.
     Los árabes tienen un personaje análogo, los Garkas.