A.B.C.: Bustos Domecq lleva la caricatura un poco al extremo, ¿no? No fue un plan deliberado nuestro sino producto de las circunstancias del momento. Borges y yo nos divertíamos así, y así lo escribimos. Probablemente no estábamos queriendo escribir una obra maravillosa sino pasar un rato agradable, nada más. Con Borges escribíamos riéndonos a carcajadas. A veces Silvina estaba con Pepe Bianco y otros amigos, y venían a ver qué sucedía, a ver de qué nos reíamos.
F.S.: A Silvina no le causaba mucha gracia, ¿no?
A.B.C.: No, ni a ella ni a los demás: no les causaba ninguna gracia. Borges decía "Sobre Bustos no hay nada escrito", y en eso incluía también la reacción oral de la gente, que al comienzo era más bien de antipatía. Después eso cambió, y más tarde hubo devotos de Bustos Domecq. Los primeros cuentos de Bustos Domecq tienen mucho más de Borges que de mí. Yo aportaba frases, detalles, esas cosas, pero Borges inventó los primeros argumentos. Más adelante ya no: en los libros posteriores la colaboración fue prácticamente por mitades.
F.S.: Y en las sátiras de las Crónicas de Bustos Domecq, ¿se basaron en modelos de "artistas" ya existentes?
A.B.C.: No, no sé... Creo que no pensamos en eso... Y fijáte hasta qué punto el autor no sabe en qué ha pensado. Cuando yo le propuse a Borges la primera de esas Crónicas, se lo propuse porque esa mañana —no sé si ya te conté esto— yo había salido con mi hija y con el hijo de la cocinera a pasear por Palermo. Y, mientras se calentaba el motor del coche, cada chico le describía al otro el muñeco que tenía en la mano. Eso me dio la idea de un escritor que describiera por el placer de describir, puesto que los chicos no necesitaban describir esos muñecos que estaban viendo. Y se lo propuse a Borges y de ahí salió "Una tarde con Ramón Bonavena", que fue el primer texto. Y a los dos meses Borges me lo agradeció, porque él había comprendido que yo le había propuesto empezar a trabajar para olvidar a Fulanita de Tal, de quien él estaba tan enamorado y en quien pensaba todas las horas del día, y para dejar de cavilar en su amor frustrado... Yo no había tenido para nada esa intención, pero él creyó ver tal intención.
F.S.: Pero eso habrá sido ya en mil novecientos sesenta y pico...
A.B.C.: Y sí... Pero es que Borges vivió casi toda su vida con amores desdichados y con amores muy intensos. Yo tuve muchos más amores que Borges, pero no me afectaban tanto.
F.S.: Yo en seguida pensé en los años juveniles de Borges, no en las últimas épocas...
A.B.C.: No, no: Borges vivió sufriendo de amores hasta la muerte. De amores en general secretos. Borges y yo alardeábamos de mantener una amistad sin confidencias, pero la verdad es que eso correspondió sólo al comienzo de nuestra amistad, que fue también un período muy largo, porque nuestra amistad fue muy larga. Pero después Borges solía contarme sus desdichas...
F.S.: Y lo que ustedes imaginaron en Ramón Bonavena, parece que después Robbe-Grillet lo llevó la realidad...
A.B.C.: No, creo que lo había llevado a la realidad más o menos simultáneamente, o quizás antes... Tanto es así que en Francia vieron ese cuento como una burla contra Robbe-Grillet, pero la verdad es que no nos acordamos de él cuando lo escribimos. De manera que casi todos los casos fueron inventados por nosotros, sin inspirarnos en modelos reales. Las Crónicas son tan caricaturescas, que se apartan de lo que puede hacer la gente.
Siete conversaciones con Adolfo Bioy Casares, Fernando Sorrentino.
3 comentarios:
Es cuestionable Borges, pero cuando me nombran a Bioy Casares no puedo evitar recordar a la Jelinek, cuando el pelado de CQC le pregunta:
-Bioy o Casares?
y ella con completa seguridad contesta:
-CASARES
Jaja, una capa! Independientemente de eso, si bien siempre reconozco a los grandes y trato de seguirlos, hoy por hoy elijo leer cosas que me apasionen, ahora estoy con el libro que hizo Patricia Sosa,con cuentos escritos por banda de famosos de todas las indoles enn beneficio de la comunidad Toba.
Y son cuentos medio boludos, con mucha moraleja, si bien me parecio medio de cholula comprarme un libro asi, me llega muy de cerca todo lo relacionado a los pueblos originarios.
Y creo que me voy por las ramas.
El punto es que respeto a los grandes, perooo no me caso con ninguno, en fin.
Besos le dejo.
Lamento haber regalado las "crónicas..." igual, hablando de BD no hay mejor detective de los que deducen todo a la distancia que don isidro :P
Dissors: Igual en lo suyo la Jelinek da catedra.
Claro, no hay que casarse con ninguno, habiendo tantos es tonto quedarse con uno solo.
Mandrake: Me parece el libro más divertido de los que escribieron juntos. Y hablando de detectives que deducen todo a la distancia, recién vi el ultimo capitulo de "Sherlock" (la ultima serie británica acerca de Watson :P) y no puedo esperar la nueva temporada. ¡Malditos cliffhangers de un año!
Publicar un comentario