sábado, 9 de julio de 2011

La Semilla Del Mal

     Tiene todas las mañas que un perro podría tener. Es decir, no tiene maldad, pero, primero, es enorme (un pastor alemán de 6 meses), segundo es un malcriado (mucho no puedo hacer, no es mío, sino de mi hermano y mis métodos son un poco rígidos y no son bien vistos) y tercero tiene una picardía fuera de lo común. Pero lo que hizo hoy es digno de un genio maligno.
     Gracias a un vecino de inexplicables impulsos unos días atrás perdimos un pedazo de la pared que separa los terrenos. Esto trajo muchos problemas, por ejemplo intrusión de vehículos del ya mencionado vecinito; aparición de objetos y chatarra del mismo origen y hasta la incursión en nuestro patio de bellos caballos que este generoso muchacho gentilmente le cuidaba a sus amigos. Ademas, si bien no es lo peor, nos vimos en la obligación de tener al perro adentro para evitar que escape por el patio de al lado. Y el perro aprende. En días nomas desarrolló su propia técnica para abrir puertas, es decir, apoya las patas delanteras en el picaporte hasta que abre la puerta. 
     Hoy llegó el flete con los materiales para restituir la barrera entre las casas. Salimos, abro el portón para que pase el camión, dejan todo, cerramos el portón y vamos a entrar de nuevo a la casa cuando notamos que la puerta estaba cerrada con llave. Resulta que el hermoso cachorro en uno de sus intentos por abrir la puerta le dio con las patas a la llave, dándole una vuelta y cerrando. Teníamos otra llave, pero con una vuelta la llave no sale de la cerradura. Y tampoco había nadie adentro de la casa, salvo el perro. Apelando a mi habilidad de ganzúa adquirida jugando Fallout 3 traté de hacer girar la llave con el alambre de una percha que había tirada, con obvios resultados negativos. A esa altura (habían pasado unos quince minutos más o menos) ya estaba bastante fastidiado, entonces  agarré un cuchillo que estaba en una maceta y haciendo palanca finalmente abrí la puerta detrás de la cual nos esperaba, rebosante de alegría, el perro.
Retrato esbozado en los primeros días del perro en la casa
     Ahora escribo esto, con el perro echado al lado mío, durmiendo, y me pregunto cuál será la próxima diablura de este tunante. 

3 comentarios:

Lic_jasper dijo...

Ese can podria chocar las patas con el Tolo eh...
Pero vio que son una ternura al final!

Sil dijo...

Ese de la foto es tu rrope? Que ganas de agarrarle la nariz es hermoso!
modo bichera de mierda: off.
El mio se transporta su mantita por todos lados. Los lugares de preferencia son todos los que taponen el trásito libre por la casa...

Mr. Popo dijo...

Jasper: Puede ser, puede ser (?)

Sil: Es una pena, pero no, esa no es una foto del perro. Pero era una imagen que siempre me gustó.

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