sábado, 30 de julio de 2011

miércoles, 27 de julio de 2011

15

     Esta vez vino bastante rápido. Sus movimientos eran pequeños, veloces y decididos. Había una de esas delgadas y brillantes sonrisas en su cara. Apoyó su bolso con firmeza, se sentó en la silla frente al escritorio y siguió sonriendo.
     —Muy amable de su parte al esperarme —dijo—. Apuesto a que no ha cenado todavía.
     —Error —dije—. Cené. Ahora estoy tomando whisky. ¿Usted no aprueba que la gente tome whisky, no es así?
     —Por cierto que no.
     —Mejor así —dije—. Tenía la esperanza de que no hubiera cambiado de opinión. —Puse la botella sobre el escritorio, y me serví otro trago.
     Tomé un sorbo y le dirigí un brindis.
     —Si sigue con eso no estará en condiciones de escuchar lo que tengo que decirle —afirmó en tono cortante.
     —Ah, sí, sobre ese crimen —dije—. ¿Alguien conocido? Ya veo que la asesinada no es usted... todavía.
     —Por favor, no sea innecesariamente desagradable. No es culpa mía. Usted dudó de mí por teléfono, así que tuve que convencerlo. Es cierto que Orrin me llamó. Pero no quiso decirme dónde estaba ni qué estaba haciendo. No sé por qué.
     —Quería que usted lo averiguase por su cuenta —dije—. Está formando el carácter de su hermana.
     —Eso no es gracioso. Ni siquiera es inteligente.
     —Pero tendrá que admitir que es desagradable —dije—. ¿A quién mataron? ¿O eso es un secreto también?
     Jugueteó un poco con el bolso, no lo suficiente como para superar su incomodidad, porque no estaba tan incómoda. Apenas lo necesario como para obligarme a tomar otro trago.
     —A ese hombre horrible en la pensión. El señor... señor... Olvidé el nombre.
     —Olvidémoslo ambos—dije—. Hagamos algo juntos por una vez.
     Metí la botella en el cajón del escritorio y me puse de pie.
     —Mire, Orfamay, no le pregunto cómo sabe todo esto. O más bien cómo lo sabe Orrin. O si él lo sabe. Usted lo ha encontrado. Es lo que quería que hiciera yo. O él la encontró a usted, que equivale a lo mismo.
     —No es lo mismo —exclamó—. En realidad no lo he encontrado. No quiso decirme dónde está viviendo.
     —Si es algo parecido a la pensión donde vivía, no puedo culparlo por mantener el secreto.
     Apretó los labios en un gesto de disgusto:
     —En realidad no quiso decirme nada.
     —Es que no hay nada que decir, apenas algunos asesinatos —dije—. Trivialidades de ese estilo.
     Soltó una risita con burbujas.
     —Dije eso sólo para asustarlo. En realidad no sé de nadie que haya sido asesinado, señor Marlowe. Usted se mostraba tan frío y distante. Pensé que ya no querría ayudarme más. Así que lo inventé.
     Aspiré un par de veces y me miré las manos. Estiré los dedos lentamente. Después me puse de pie. No dije nada.
     —¿Está enojado conmigo? —preguntó con timidez, haciendo un pequeño círculo sobre el escritorio con la punta del dedo.
     —Debería abofetearla —dije—. Y deje de hacerse la inocente. O las bofetadas no se las daré en la cara.
     —¡Cómo se atreve!
     —Eso ya me lo había dicho —dije—. Me lo dijo demasiadas veces. Cállese y váyase de aquí. ¿Cree que disfruto asustándome a muerte? Ah... aquí tiene esto. —Abrí el cajón, saqué sus veinte dólares y se los tiré en la cara. —Llévese este dinero. Haga una donación a un hospital o a una fundación de investigaciones científicas. Me pone nervioso tenerlo aquí.
     Tomó automáticamente el dinero. Detrás de los anteojos, tenía los ojos redondos y asombrados.
     —Vaya —dijo, cargando el bolso con una especie de dignidad ofendida—. Le aseguro que no sabía que se asustaba tan fácil. Pensé que era un duro.
     —Eso no es más que actuación —gruñí, dando la vuelta al escritorio. Se inclinó en la silla apartándose de mí. —Sólo soy duro con las niñitas como usted que no dejan que las uñas les crezcan demasiado. Por dentro soy todo blando. —La tomé del brazo y la obligué a ponerse de pie. Echó la cabeza atrás. Sus labios se entreabrieron. Estaba fatal con las mujeres ese día.
     —Pero encontrará a Orrin para mí, ¿lo hará? —susurró—. Fue todo una mentira. Todo lo que le dije fueron mentiras. No me llamó. Yo... no sé nada.
     —Perfume —dije, oliendo—. Vaya, la pequeña seductora. Se puso perfume detrás de las orejas... ¡para mí!
     Asintió con su pequeño mentón. Los ojos se le humedecían.
     —Sáqueme los anteojos —susurró—. Philip. No me molesta que tome un poco de whisky de vez en cuando. De veras que no.
     Nuestros rostros estaban a unos quince centímetros de distancia. Tenía miedo de sacarle los anteojos. Podría haberme confundido y darle un tirón de la nariz.
     —Sí —dije con una voz que sonó como la de Orson Welles con la boca llena de maníes—. Lo encontraré para ti, querida, si todavía está vivo. Y gratis. No te cobraré un centavo, ni siquiera para gastos. Sólo te preguntaré una cosa.
     —¿Qué, Philip? —preguntó suavemente y abrió los labios un poco más.
     —¿Quién es la oveja negra de tu familia?
     Se apartó de mí con el movimiento sobresaltado que habría tenido un cervatillo al ver al cazador. Me miró fijo, con cara de piedra.
     —Me dijo que Orrin no era la oveja negra de la familia, ¿recuerda? Lo subrayó especialmente. Y cuando mencionó a su hermana Leila, me dio la impresión de que pasaba por encima, como si el tema resultara penoso.
     —No... no recuerdo haber dicho nada de eso —dijo muy lentamente.
     —Eso me parecía -—dije—. ¿Qué nombre usa su hermana Leila en el cine?
     —¿Cine? —dijo en tono vago—. Ah, ¿se refiere a las películas? Yo nunca dije que ella actuara en el cine. Nunca dije nada de ella.
     Le dirigí mi vieja sonrisa torcida. En un instante, ella hervía de rabia.
     —No se meta con mi hermana Leila —me escupió—. No haga sucias insinuaciones sobre mi hermana Leila.
     —¿Qué sucias insinuaciones? —pregunté—. ¿O quiere que adivine?
     —En lo único que piensa es en la bebida y las mujeres —gritó—. ¡Lo odio! —Corrió a la puerta, la abrió de un tirón y salió. Siguió corriendo por el pasillo.
     Volví atrás del escritorio y me derrumbé en el sillón. Una chica muy extraña. De veras muy extraña. Al cabo de un rato el teléfono volvió a sonar, por supuesto. Al cuarto timbrazo apoyé la cabeza en una mano, tomé el tubo y me lo llevé a la cara.
     —Servicios fúnebres El Ultimo Consuelo —dije.
     Una voz femenina tartamudeó:
     —¿Qué-é? —y estalló en una carcajada. Era un chiste habitual entre la policía hacia 1921. Qué ingenio. Afilado como el pico de un ruiseñor. Apagué las luces y me fui a casa.

De La Hermana Menor, de Raymond Chandler.

martes, 26 de julio de 2011

El Ara Iyapi (Otro Fin Del Mundo)

     Todos los aborígenes tienen especial aversión por el murciélago. Los chiriguanos le llaman mbopi y los tobas y mocobíes "sanhihuej". El murciélago representa el Ara Iyapi o fin del mundo. Por eso se le encuentra estilizado en las alfarerías de los diversos grupos étnicos de la nación Guaraní, junto con el búho que es su enemigo y de quien depende tenga o no éxito en su empresa...
     Es creencia que algun día aparecerá el Andirá Guazú (Murciélago grande) y comerá a todos los seres vivientes de la tierra, terminando así la vida en todos los órdenes. Para que esto sea posible será necesario una enorme cantidad de "andirás" chicos, sin los cuales no puede nacer el Andirá Grande que pondrá punto final a la vida.
    No se sabe cuándo podrá ocurrir esto, por cuanto Ebhuá (Dios) les puso por enemigos al búho y la lechuza (ñacurutú y urucureá), que persiguen a los murciélagos y los matan, evitando la multiplicación convencional que determinaría el nacimiento del Murciélago Grande.
     Llegará, empero, un día en que el búho y la lechuza, sea por su debilidad, incapacidad o muerte, no podrán detener los murciélagos chicos en su proliferación, y entonces acaecerá el advenimiento del Andirá Grande que impondrá el Ara Iyapi o sea el Fin del mundo...

viernes, 22 de julio de 2011

Ocupas

     Vinieron a casa un día de verano. Era una parejita solitaria en busca de albergue, así que no nos opusimos a que se queden en casa. Eligieron un lugar en un rincón y se armaron su casita, ellas mismas masticaron la celulosa. Con el tiempo ampliaron su hogar, para albergar a la inminente descendencia del frío del invierno.


     Y no molestan para nada, al contrario de lo que uno podría llegar a pensar.

miércoles, 20 de julio de 2011

Best Friendship Ever




     Aunque la intención inicial era que Krilin sea el antagonista de Goku, eso duró muy poco y terminaron convirtiéndose en sinónimo de amistad. ¡Que pasen buen día!

domingo, 17 de julio de 2011

Futbol

     Sábado a la tarde. Prendo el televisor. Parece un partido difícil, los dos equipos juegan parejo, y juegan con rudeza, lo que provocó miríadas de tarjetas. Llegaron al final empatados y ambos con un jugador menos. Jugaron el tiempo extra y no resolvieron la diferencia, así que fueron a penales. En esta instancia ocurrió lo siguiente:


     Ese partido lo perdieron, pero eventualmente aprendieron la importancia de la amistad, y salieron campeonas:


     Peliculón

viernes, 15 de julio de 2011

Y qué hicieron con los umpa lumpas?


     Y así es como nuestra mierdosa reducción de costos de producción (que no solo afectó al envase) se transformó en una cruzada para salvar el mundo. Somos tan buenos...

jueves, 14 de julio de 2011

Tomando el Te en lo de Bulma (Post on demand)


Todo iba fenómeno, hasta que cayó Yamcha medio entonado y le empezó a recriminar a Bulma su relación con Vegeta. Ahí aprovechamos y con Dende y Picoro nos tomamos el buque.

martes, 12 de julio de 2011

Version Libre

     La historia de la humanidad está plagada de ejemplos de intercambio social. ¿Quién no ha escuchado historias de esclavos que enamoran a sus amos, humildes plebeyas que consiguen el corazón de un rey, secretarias con su jefe o jardineros que flirtean con la viuda millonaria?
  
     Viene a mi memoria la conocida historia de la Cenicienta, quien era una humilde sirvienta pero dotada de una belleza inusual. Fortuitamente, en medio de un baile, conoce a un poderoso príncipe que se enamora de ella, la rapta y posteriormente mediante una pócima la induce a un sueño casi eterno. Sólo los siete enanitos, quienes son amigos de la Cenicienta, podrán salvarla de este sueño eterno. Es así como finalmente la despiertan y la Cenicienta escapa en medio del bosque. El destino le deparará la peor jugada. Su abuela vestida de lobo escondida entre el follaje, la ataca y la devora, sin saber que un cazador oculto le dispara un certero balazo, matando a la abuela lobo y, por consiguiente, a la Cenicienta. El cazador, hundido en la más terrible depresión, se convierte en un mutante que asesina a todos los jóvenes que ingresan en el bosque. Una historia terrible. A veces las historias de amor terminan mal.

Gillespi, Manual animal de la sexualidad humana.

lunes, 11 de julio de 2011

Boooooooooring

Vuelta 1


Vuelta 2


Vuelta 7


Vuelta 23

sábado, 9 de julio de 2011

La Semilla Del Mal

     Tiene todas las mañas que un perro podría tener. Es decir, no tiene maldad, pero, primero, es enorme (un pastor alemán de 6 meses), segundo es un malcriado (mucho no puedo hacer, no es mío, sino de mi hermano y mis métodos son un poco rígidos y no son bien vistos) y tercero tiene una picardía fuera de lo común. Pero lo que hizo hoy es digno de un genio maligno.
     Gracias a un vecino de inexplicables impulsos unos días atrás perdimos un pedazo de la pared que separa los terrenos. Esto trajo muchos problemas, por ejemplo intrusión de vehículos del ya mencionado vecinito; aparición de objetos y chatarra del mismo origen y hasta la incursión en nuestro patio de bellos caballos que este generoso muchacho gentilmente le cuidaba a sus amigos. Ademas, si bien no es lo peor, nos vimos en la obligación de tener al perro adentro para evitar que escape por el patio de al lado. Y el perro aprende. En días nomas desarrolló su propia técnica para abrir puertas, es decir, apoya las patas delanteras en el picaporte hasta que abre la puerta. 
     Hoy llegó el flete con los materiales para restituir la barrera entre las casas. Salimos, abro el portón para que pase el camión, dejan todo, cerramos el portón y vamos a entrar de nuevo a la casa cuando notamos que la puerta estaba cerrada con llave. Resulta que el hermoso cachorro en uno de sus intentos por abrir la puerta le dio con las patas a la llave, dándole una vuelta y cerrando. Teníamos otra llave, pero con una vuelta la llave no sale de la cerradura. Y tampoco había nadie adentro de la casa, salvo el perro. Apelando a mi habilidad de ganzúa adquirida jugando Fallout 3 traté de hacer girar la llave con el alambre de una percha que había tirada, con obvios resultados negativos. A esa altura (habían pasado unos quince minutos más o menos) ya estaba bastante fastidiado, entonces  agarré un cuchillo que estaba en una maceta y haciendo palanca finalmente abrí la puerta detrás de la cual nos esperaba, rebosante de alegría, el perro.
Retrato esbozado en los primeros días del perro en la casa
     Ahora escribo esto, con el perro echado al lado mío, durmiendo, y me pregunto cuál será la próxima diablura de este tunante. 

viernes, 8 de julio de 2011

El Hombre Congelado

...podría seguir y seguir narrando incidentes dentro del con­texto del Hombre Congelado. no es totalmente cierto el que yo nunca ME PREOCUPASE o que nunca me enfureciese o que nunca odiase o que nunca sintiese esperanza o que nunca sin­tiese alegría. no pretendo decir que careciese POR COMPLETO de pasiones o sentimientos o lo que sea; sólo que me resulta un poco extraño que mis sentimientos, mis pensamientos, mis acti­tudes sean tan extrañamente distintas y opuestas a las del pró­jimo. al parecer, nunca puedo conectar CON ellos, dado que estoy congelado tanto por mi propia elección como por mi carácter. no os durmáis, por favor, y dejadme terminar esto con una carta, una carta de mi amigo poeta de Londres que describe sus expe­riencias como. Hombre Congelado. me escribió lo siguiente:
«...estoy en esta pecera, comprendes, un inmenso acuario, y mis aletas no son lo bastante fuertes para recorrer esta gran ciudad submarina. hago lo que puedo, aunque la magia sin duda ha desaparecido. parece simplemente que no puedo arrancarme a mí mismo de este estado de congelación y conseguir la "inspiración". no escribo, no jodo, no hago maldita cosa. no soy capaz de beber, ni de comer, he de conectarme. sólo congelación. de ahí la tris­teza, pero nada parece funcionar en este momento. va a ser un largo período de hibernación, una noche larga y oscura. estoy acostumbrado al sol, a la luminosidad y la claridad mediterránea, a vivir en el maldito borde del volcán, como en Grecia, donde al menos había luz, había gente, había incluso lo que se llama amor. ahora, nada. rostros de media edad. caras jóvenes que nada significan, que pasan, sonríen, dicen adiós. oh, fría y gris oscu­ridad. viejo poeta clavado en las estacas. los hedores. de médicos a hospitales, con muestras de mierda, muestras de orina, y siem­pre los mismos informes... análisis de hígado y de páncreas anor­males: pero nadie sabe qué hacer. sólo yo sé. lo único que se puede hacer es escapar de esta celda, y conocer a alguna joven belleza mítica... algún dulce objeto doméstico que se cuide de mí, que exija poco, que sea cálida y tranquila, que no hable dema­siado. ¿dónde está? de ningún modo podría darle lo que ella quiere. ¿¿¿o podría??? sin duda es posible, por supuesto, que esto sea todo cuanto yo necesite. pero, ¿cómo, dónde encontrarlo? me gustaría ser duro. habría sido capaz de sentarme y empezar todo de nuevo, desde el principio, ponerlo en el papel, más fuerte, más limpio, más agudo que nunca. pero algo se me ha ido en este momento, y estoy contemporizando, dando largas. el cielo es negro y rosa y colorado a las cuatro cuarenta de la tarde. la ciudad aúlla fuera. los lobos pasean por el zoo. las tarántulas están acuclilladas junto a los escorpiones, la abeja reina es ser­vida por los zánganos. el mandril gruñe maliciosamente, arrojando sucios plátanos y manzanas de su entrepierna a los niños chiflados que le molestan. si voy a morir, quiero salir hacia California, más abajo de Los Angeles, costa abajo, en la playa, en cualquier sitio, cerca de México. pero eso es un sueño. querría hacerlo de algún modo, pero todas las cartas que recibo de Estados Unidos son de poetas y escritores que han estado aquí, en este lado del Atlán­tico, y me cuentan la mierda que es todo ahí, en casa, lo puerca que es la situación, etc., no sé, nunca podría hacerlo, financiera­mente, puesto que mis respaldos están aquí, y me abandonarían si regresase, pues les gusta más o menos mantener un contacto más estrecho conmigo. sí, el cuerpo cede, pero aguanta, y perdona el espantoso torpor de esta carta. no consigo inspirarme, no con­sigo trabajar. no hago más que mirar las facturas del médico y otras facturas, y el cielo negro, el sol negro. quizás algo cambie, pronto. así están las cosas. tra la la, afrontémoslo sin lágrimas. ánimo, amigo.» firmado: «X» (un famoso poeta... editor).
en fin, mi amigo de Londres lo dice mucho mejor que yo, pero qué bien, qué maravillosamente entiendo lo que él dice. y un montón de dinámicos farsantes con la mente desintegrada por el ritmo sólo nos condenarían por holgazanería o una especie de desdichada vagancia o autocomplacencia. pero no se trata de nin­guna de estas cosas. sólo el hombre congelado en la jaula puede conocerlo. pero no tendremos más remedio que salir de nuestro camino y esperar. ¿y esperar qué? en fin, ánimo, amigos. hasta un enano puede conseguir empalmarse, y yo soy Mataes Platch y Nichlas Combatz al mismo tiempo, y sólo Marina, mi niñita, puede traer luz en pleno mediodía, pues el sol no hablará. y arriba en la plaza, junto a la Union Station, los viejos sentados en círculo miran a las palomas, sentados en círculo horas y horas mirando a las palomas y sin ver nada. congelados. pero yo podría llorar. y de noche cruzaremos sudando sueños insensatos. sólo hay un sitio a donde ir. tra la la la. la la. la.
Charles Bukowski, Escritos de un viejo indecente.

miércoles, 6 de julio de 2011

Cheeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!

    Que Petinato se burle de lo poco original del retorno de Sábado Bus no deja de tener su gracia.

Repercuciones ;)
     Cada vez se me hace más parecido al japones pelotudo de Lost In Translation. Ademas a esta altura todos aunque sea oímos hablar de Conan O'Brien.

martes, 5 de julio de 2011

sábado, 2 de julio de 2011

Es Raro, Pero Un Raro Bueno


¿Cómo no me va a caer bien la doctora Masters?

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