domingo, 13 de mayo de 2012

Nicolas y Julia

     Abriéndose paso entre grupos de gente llegó a su lado. Vio la sorpresa y la alegría en la cara de Julia.
     –Creí que no te encontraba –dijo Almanza.
     –Por fin llegaste –dijo ella.
     Se demoraron en recíprocas y apresuradas explicaciones.
     –Llamé a la pensión. Me dieron la noticia y me dijeron que estaba invitada a cenar en El Estribo.
     –Te busqué por todas partes.
     –Yo por todas partes busqué esto. –Mostró un paquete, largo y angosto. – No vale nada. Quería traértelo. Ojalá fuera algo mejor.
     Rompió el papel, abrió la caja y sacó un tubo de cartón, con líneas de colores, en espiral.
     –Parece un anteojo de larga vista.
     –Es un caleidoscopio. Quizá te recuerde los vitrales.
     Miró y dijo:
     –No se cansa uno de mirar.
     –Te traje tu valija.
     Mascardi la había llevado al Estribo, pensando que así lo obligaba a pasar por allá. Como Almanza no llegaba, se disponía a llevársela al ómnibus, cuando supo que Julia iba y le dijo: “No pesa mucho. Le va a gustar más que se la lleves vos”.
     Anunciaron la salida para Balcarce, Tandil y Azul.
     –Mejor que subas.
     Obedeció. Golpeando el vidrio, porque no conseguía abrir la ventanilla, empezó a gritarle:
     –Quería decirte...
     Julia se tapaba la cara, para que no la  viera llorar, y le decía algo, que no oyó.

Adolfo Bioy Casares

2 comentarios:

Lunática dijo...

Es de "La aventura de un fotógrafo en La Plata"??? Siempre quise leerla.

Mr. Popo dijo...

Creo que sí, aunque lo saqué de una antología y no presté atención.

Ojala que lo leas, cualquier cosa de Bioy es interesante.

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